1 de junio de 2011

Montaña insuperable el 1 de junio de 2011

"Si no luchamos, el riesgo de dar vueltas alrededor del dolor sin avanzar un paso es grande y, con el tiempo, el desgaste va a ser tan extraordinario, la debilidad emocional tan grande, que cualquier revés, por pequeño que sea, probablemente se convierta en una montaña insuperable que, inevitablemente, nos remita a la angustia y desespero del inicio. ¿Pero contra qué o quién hay qué luchar?"

Día a día, 4 años sin Alejandro, veo como sigue la vida, y noto que la normalidad no vuelve ningún día a ser lo de antes; asi es cuando te das cuenta que ésta pérdida no es ni parecida a otras.

La vida nos pone trabas, la vida nos pone pruebas, obstáculos, pero a los padres que perdemos un hijo, nos pone una montaña.

Es la montaña insuperable.

Como los "ochomiles" casi imposibles que ahora están tan de moda por los alpinistas y montañeros. ¿Cuantos los consiguen superar? Alguno. ¿Cuantos quedan en ella? Bastantes y muchos quedan mutilados y con secuelas de por vida. Siempre verán sus dedos amputados, siempre tendrán aquellas secuelas del intento.
Valga este símil como comparación de nuestros intentos. Una comparación diametralmente opuesta a nuestra voluntad por "escalar" porque los montañeros lo hacen libre y voluntariamente, porque quieren. y nosotros padres, tenemos que conseguir llegar a la meta impuesta : superar la muerte de nuestro hijo.
Unos lo consiguen.
Hay otros que simplemente se acostumbran a vivir con ello.
Y otros que tienen cicatrices para siempre, para recordarles que posiblemente, nunca alcanzarán "su ochomil particular".