30 de diciembre de 2009

Comienza el 2010

Otras Navidades sin Alejandro. Nuevo Año, 2010, sin él. Añadimos días.
Y la vida continúa. Y las emociones también. Poco me queda ya por decir, excepto el silencio y pocas explicaciones; ¿para qué?. Y que aunque nuestra vida sea una Montaña Rusa, en donde diariamente tu estómago se te da la vuelta ante la más mínima frase, palabra o hecho, al mundo ya le basta. Hay que seguir quieras o no. Y no es cuestión de elección. Hay que seguir.

** Adjunto este texto que me han enviado que no es mío pero es como si lo fuera. Mío y de todos los padres y madres que estamos en esta situación. Ellos sí que lo comprenden.

Desde que mi hijo nos dejó, muchas personas se han acercado preguntando "Qué puedo hacer por ti" o "Realmente no sé que decir". Ojalá que estas reflexiones que me atrevo a escribir, les ayuden a comprender mejor nuestro duelo.

La muerte de mi hijo cambió para siempre nuestras vidas. El dolor de su ausencia estará con nosotros cada día de nuestra existencia. Si lloramos cuando nos preguntan "Como te sientes?", no lo interpreten como que ustedes nos hieren preguntando o hablándonos de mi hijo. Yo necesito oír hablar de el. Oír que fue importante para ustedes también. Por favor no quiten sus fotos o cualquier recuerdo que conserven de el.

Estoy haciendo todo lo que puedo para aceptar la muerte de mi hijo y darle sentido a mi vida. Sin embargo, quisiera que entendieran que nunca lograre recuperarme por completo. Mi hijo siempre me hará falta y el dolor de su ausencia quizás con el tiempo pueda mitigarse un poco, pero nunca desaparecerá. Me acompaña permanentemente. No esperen que supere mi duelo en 6 meses o un año. Si algunas veces estoy retraída, irritable o agresiva es porque la tristeza que siento me agobia y no siento ningún deseo de hacer contacto con ustedes. Imaginense como se sentiría haber perdido la piel y quedar en carne viva!. Cualquier roce, por insignificante que sea, produce un dolor inmenso, del cual necesito protegerme . Esto algunas veces implica alejarme de mi familia y amigos o de situaciones que recrudecen mi dolor. Algunas veces necesito estar sola porque el mundo parece girar a una velocidad vertiginosa para mi Simplemente no tengo los recursos para acoplarme a ella.
Deseo que entiendan que el dolor cambia a la gente. Cuando mi hijo murió una parte muy grande de mi murió también con el. Soy la misma pero no soy lo mismo. Nunca volveré a serlo. Deseo mucho que pudieran comprender este dolor, la inmensidad de esta perdida, mi silencio y mis lágrimas. ....Al mismo tiempo espero que nunca lo comprendan.....

Porque (esto lo añado yo) , realmente hay gente que "ya no te entiende". No comprenden que quieras evitar sitios, lugares que van a hacerte daño por el simple hecho (para ellos, claro) de ver cómo los jóvenes siguen felices y contentos sus vidas y la de tu hijo se acabó, y te dejó como dice el texto anterior "sin piel y en carne viva" o peor aún sin un trozo de tu corazón y os juro que eso duele.


NOTA:ESTA CARTA LA ESCRIBIÓ UNA MADRE QUE PERDIÓ A SU HIJA Y ESCRIBIÓ UN LIBRO.....ME LA HAN ENVIADO, Y ES COMO SI LA HUBIERA ESCRITO YO MISMA.