Alejandro Martín Gea: junio 2015

1 de junio de 2015

Cuando una madre comprueba que ha conseguido sobrevivir 8 años a la muerte de su hijo,
Cuando puede seguir interesándose por el transcurrir de la vida con total normalidad.
Cuando a alguien que llega nuevo a tu vida, y le cuentas, que perdiste a tu hijo en un accidente y te dice: Uy, pues no se te nota nada.....
Cuando te vas permitiendo ir haciendo cosas con cierta alegría, sin sentirte culpable y mal, rotundamente mal.
Cuando "vas perdonando" a aquellos que se han portado mal con tu dolor, durante estos años.
Cuando en definitiva, ya no te levantas por la mañana y lo echas tanto,.tanto de menos...

...es que significa que simplemente han pasado 8 años.... Es el tiempo, para lo bueno y para lo malo, el tiempo cumple con la misión de cerrar heridas,

pero que llegando el día del aniversario, vuelves a notar la punzada del dolor que fue acompañándome durante muchos muchos años, como un run run que te golpea en el estómago y en el corazón,
y dejas que ese agradable aroma a primavera, que cada año que llega por estas fechas, me recuerde que van a llegar los peores días del nuevo año...

y vuelves a sentir la culpa del .. y si no se hubiera ido con su bici...

Todo , todo esto, es, un año más, el relato de la fuerza sobrehumana con la que cada madre y padre que pierde un hijo, necesita tener; ciego a los ojos de los de alrededor, que ten ven, que te observan y aplauden verte continuar, tras haber pasado por tamaña experiencia.

En fin Alejandro. Aquí en la Tierra, seguimos adelante. Sí.

Las Fiestas.....

NOCHEBUENA..NAVIDAD.. NOCHEVIEJA... (O TODOS LOS DÍAS..)

Cae la tarde, el día oscurece
La noche burbujeante, en celebración estalla
Almas que silencian las palabras
... Reteniéndolas en su pecho
Lágrima que en solitaria huida,
Brota por la mejilla.

No es alegría, sino ausencia
Lo que provoca esta melancolía.

Quieres cerrar los ojos
Y que pasen los días
No quieres sentir la dicha ajena,
Que como una zarza,
Te engancha y te hiere.

La mesa está puesta, se llenan las copas
La mirada se pierde, en la silla vacía
El corazón preso de dolor, se encoje
Mientras mi cara, juega al disimulo
Dibujo una sonrisa y… dejo volar mis anhelos.

Si estuvieras aquí hijo mio;
Me lo imagino…y en silencio levanto mi copa
Y brindo contigo.

Así era Alejandro

A todos los que conocíais a Alejandro, y a los que no, os cuento que su corta vida nos llenó de alegría,
de buenos momentos, disfrutamos con él lo que la vida nos permitió hasta los 13 años y medio.
Qué pocas veces se quejaba de nada.
Qué tranquilidad respiraba.
Qué fiel a sus amigos era.
Adoraba a sus primos. A sus abuelos.
Respetaba a sus padres y quería a su padre especialmente, para él un ejemplo, siempre lo defendía.
Nos echaba una sonrisa, últimamente burlona, propia de su edad, y a su hermana, estoy segura, la tenía de aliada para muchas muchas cosas.
Tenía el don de la conformidad.
Y encima era discreto, tímido, formal, un poco serio, sí, pero yo no sabía el gran humor que tenía¡¡... cualidades que a cualquier padre le parecía "un niño apetitoso" , huía de los conflictos, se retiraba de los líos, pacificador...
QUÉ LEJOS HUBIERAS LLEGADO ALEX, ese era mi gran presentimiento.

El Silencio

Hay veces que el silencio expresa mejor lo que uno siente.
En estos instantes ni mi ruda tonada, ni mi apagada plumilla, pueden decir ni plasmar los sentimientos que en mi interior fluyen sobre Alejandro. Si me ayudárais a comprender lo que quiero decir os lo explicaría mejor. Siempre he pensado que "Aunque le arranques los pétalos no quitarás su belleza a la flor". Alejandro, tus pétalos se han marchado, pero esa flor de tu personalidad, de tu bondad, de tu carácter, de tu tranquilidad, de tu compañerismo, de tu respeto... esas flores tan bellas, repito, han quedado para siempre con nosotros.
Eras muy grande, y sé que ahora lo eres y seguirás siendo mucho más porque estás gozando de todas esas fragancias que marcharon con tus pétalos y de todas estas flores que aquí nos has dejado.
¡Gracias Alejandro¡
Por cortesía de su buen profesor y tutor: Alfonso Torres
¡Gracias Alfonso¡

Cómo LLamarnos

Cuando muere tu mujer, se te llama viudo.
Cuando muere tu padre, se te llama huérfano.
Pero cuando muere tu hijo, no hay nombre humano
que se pueda llamar: eres sordo, ciego y mudo.
Cuando un hijo se va, se te va una parte del cuerpo,
se va parte de tu alma y conciencia, quedas mutilado,
lo buscas por todas partes, y ves que no está a tu lado.
No comprendes, no entiendes y te sientes que estás muerto.
¿Cómo nos pueden llamar a los padres que les falta un hijo?
No sé con qué nombre nos pueden llamar. Nunca nadie lo ha
hecho, sólo sé que se rompe el corazón y se sale el pecho, al
pensar que nunca más lo tendré y eso ni lo escojo ni lo elijo.
Cómo se nos puede llamar, si ya no los tenemos: no somos ni viudos ni huérfanos. ¿Cómo nos pueden llamar?
¿Qué nombre nos podrían dar?
Sólo sé que nos quedamos sin lo que más queremos.

Cómo continúa la vida sin tí.

En realidad esta página es el reflejo de mi necesidad de hablar de Alex, de que siga con nosotros, de que el doloroso recuerdo de su ausencia lo compartáis conmigo, porque no es fácil seguir sin él. Necesidad de pensar que la vida te ha jugado a tí una mala pasada, y de paso nos deja muy tristes a tus padres y a todos los que te conocieron. Necesidad de que todos los que entréis a la pag. comprendáis que este golpe no se supera facilmente, que en Alejandro yo había depositado además del querer más grande, de madre, unas ilusiones para su futuro y para nuestra familia. No ha podido ser, mis ilusiones de formar una familia con mis dos hijos, fué corta, y hay que seguir viviendo, "de otra forma".
Gracias por vuestra comprensión y apoyo.

9 de junio de 2015

alejandro martin 4 años sin ti

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