Hoy cumplimos 10 meses, horrorosos 10 meses sin ti, Alejandro. No tengo preparadas fotos de la boda de la prima Marta, que las pondré cuando me las dé papá, para que veas lo guapa que estaba. Estuvo todo muy bien, sólo faltabas tú. A todos los que me estáis apoyando y siguiendo a través de este blog, he de deciros, que sois fundamentales para que yo pueda remontar. Tengo suerte de teneros. Tengo que sacar algo positivo: que tengo una familia estupenda, (la Abu y mis hermanos por encima de todos) y no os puedo nombrar a tod@s porque llenaría el espacio pero lo sabéis. Y unas amig@s y compañeras que también están ayudando en estos duros momentos, ellas saben quien son (aunque haré una excepción, he de nombrar a mi gran compañera de hace muchos años y además buena amiga, que no la saqué al principio porque no tenía foto: Cristina) No sabéis, aunque lo podáis intuir, cómo está mi interior, cómo una madre tiene que intentar seguir, viendo con otro prisma la vida. Muchas veces o la mayoría de los días siento la vida con rabia, rabia contra todo y contra todos. A veces yo misma me asusto. Yo no era así. El sufrir la experiencia más desgarradora que le puede llegar a una madre, el perder a Alex, me despierta pensamientos y sentimientos de cólera, estoy enfadada y alguna vez, quizá, recaiga sobre alguno de vosotros. Os pido perdón. Yo veo a la gente reír, disfrutar de sus vidas, conversar y no puedo evitar que cada palabra, cada acto de los demás me traiga un recuerdo de mi hijo:" esto el no lo hará" (no podrá casarse, por ejemplo),
no irá a la Universidad (una experiencia)
no irá con sus amigos a la playa de vacaciones o a campamentos (una diversión),
no se sacará el carnet
de conducir, n
o se pondrá un traje con corbata (cuando acabe Bachiller, ilusión que tienen todos los chicos a los 18 años),
no tendrá novia, n
o verá sus películas (que tanto le gustaban),
no ocupará la buhardilla (que su padre le está haciendo), no irá más
a esquiar, ni a tenis, ni con la maldita bici,
ni con la moto de su padre, que se la hubiera dejado de mil amores, al ver lo responsable que era en su forma de ser..... Que nadie me diga que no se sabe qué vida le esperaba. Nosotros sus padres pensábamos que
la normal como a la mayoría. Sí, hubiéramos sufrido la adolescencia, los estudios o no estudios, encontrar un trabajo... pero es que yo lo había traído al mundo para eso, para verlo salir adelante, más o menos feliz, con o sin familia, como él hubiera querido, y es por eso, que mi rabia inunda todos y cada uno de mis pensamientos y mis días.
Es muy difícil vivir 10 meses así. No penséis que esto está suavizado, es casi como el primer día, no nos acostumbramos a no oirlo por casa peleando con su hermana, haciéndola rabiar, o con
nosotros, en su preadolescencia suave todavía, oigo su silla cuando estaba estudiando en su habitación, los mandos de la tele acaparados por él, rabiando contra la Play porque le hacía trampas, y lo echo especialmente de menos todas las mañanas cuando nos veníamos juntos, y lo traía al Instituto en el coche hablando de las cosas del día. Me pongo la radio y así hay algo de ruido en el coche. Con un gran dolor es como empiezo todas las mañanas. Así están las cosas.
Y lo dicho, gracias a todos los que estáis ahí conmigo.